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Irak, un país sumamente interesante, ha sufrido a lo largo de las últimas décadas una sucesión de conflictos armados. La mujer iraquí ha sido y es uno de los grupos más vulnerables y afectados. Incluso antes de la llegada del Estado Islámico de Irak y Siria los iraquíes habían sido sometidos a diferentes regímenes de violencia. La guerra de Irán (1980 – 1988), la guerra del Golfo (1990 – 1991), la invasión de Estados Unidos en 2003 y la instauración del Estado Islámico de Irak y Siria, conocido también como ISIS o Dáesh (2014 – 2019) son solo los hechos más destacables. Sigue leyendo para saber cómo es ser mujer en Irak en la actualidad y su papel en la sociedad iraquí.

 

¿Cómo era ser mujer en Irak en el siglo XX?

 

Hasta la década de los 90, Irak era uno de los países de Oriente Medio más igualitarios y la mujer llegó a tener un papel relevante. En los primeros años de la dictadura de Saddam Hussein (1979-2003), los derechos de la mujer encajaban con los intereses de crear un gobierno laico en Irak.

La mujer podía acceder a la universidad y al mundo laboral, eso sí, bajo la lupa del gobierno y se les prohibía crear organizaciones independientes. No obstante, la guerra de Irán debilitó al país y el gobierno introdujo leyes religiosas que violaban los derechos de la mujer. Ya no podían salir solas de casa sin el permiso de sus maridos ni podían viajar.

Con el fin de la dictadura de Hussein y la invasión de Estados Unidos, la sociedad esperaba un cambio positivo. Sin embargo, no fue así. Las esferas más conservadoras del país llegaron al poder y la situación de la mujer empeoró.

 

El fin del califato, ¿qué ha supuesto para la mujer iraquí?

 

El control del ISIS durante 5 años ha conllevado destrozos materiales y una situación precaria especialmente para la mujer. Hubo desplazamientos masivos de mujeres causados por los bombardeos a la población civil y por la caída de territorio iraquí en manos del ISIS. Las que no podían desplazarse eran intimidadas, esclavizadas o incluso ejecutadas por negarse a seguir las indicaciones de los terroristas.

Actualmente, miles de mujeres siguen atrapadas en campamentos de refugiados ante la imposibilidad de volver a sus hogares. El injusto sistema que domina Irak les impide demostrar la propiedad de sus casas sin el apoyo de sus maridos. La Covid-19 ha agravado aún más la situación, puesto que el proceso se dificulta debido al cierre de tribunales y de servicios de resolución de disputas legales.

De todos modos, las mujeres relacionadas con el ISIS son las más afectadas, ya sea por matrimonios obligados o por lazos familiares. En muchas ocasiones se les niega atención sanitaria, alimentos y agua. Asimismo, se enfrentan a niveles más altos de violencia y de acoso sexual. Algunas de ellas no pueden volver a sus hogares por temor a las represalias de la comunidad local.

 

¿Cómo es ser mujer en Irak ante la ley?

 

La mujer iraquí vive en una sociedad patriarcal que queda reflejada en las leyes del país. Desde la invasión en 2003 de Estados Unidos, la sociedad se ha vuelto mucho más conservadora por los estragos de la guerra. La falta de un gobierno con preocupación social ha propiciado que muchos ciudadanos recurran a las tradiciones tribales, esto se traduce en leyes más restrictivas para la mujer.

En Irak no solo no existe una ley específica contra la violencia de género, sino que se muestra permisiva ante los maltratos y asesinatos. En las pocas ocasiones que se llega a los tribunales se acaba culpando a la víctima y exonerando al culpable. Algunos ejemplos de la discriminación de la mujer iraquí ante la ley son los siguientes:

  • No se comete ningún crimen cuando se ejerce el derecho legal. Por ejemplo, el castigo a la mujer por parte del marido.
  • El artículo 128 del Código Penal refleja lo que se conoce como crímenes de honor. Es decir, crímenes cometidos a miembros de la familia con el objetivo de castigar una conducta que desprestigia el honor. Además, el artículo 398 exonera al maltratador del crimen sexual cuando la víctima es su mujer. Esta práctica es desgraciadamente muy popular.
  • La ley estipula los 18 años como la edad mínima para concertar matrimonio. Sin embargo, se rebaja a 15 con el consentimiento del tutor legal y del poder judicial.
  • Los hombres pueden “disciplinar” a sus esposas e hijas si éstas no cumplen con las normas que se les atribuye como mujeres.

La discriminación de la mujer empieza cuando nacen y se intensifica en la escuela. Muchas niñas no llegan a la secundaria y son obligadas a matrimonios forzados. En algunas ocasiones, los matrimonios son extrajudiciales. Un grave problema, ya que no pueden registrar los nacimientos de sus hijos.

 

El papel de la mujer iraquí para el cambio social de Irak

 

Desde el fin del Estado Islámico se visualiza un cambio de actitud entre los más jóvenes. Las redes sociales son el medio perfecto para denunciar la situación precaria del país. Asimismo, se vive una oleada de manifestaciones sin precedentes en Irak. En este contexto, la mujer tiene cada vez más participación.

La muerte en abril de 2019 de la joven de 20 años Malak Haider Al Zubaidi, tras ser quemada viva por los maltratos de su marido, dio la vuelta al mundo. Su muerte ha supuesto un antes y un después. Además, se ha convertido en un símbolo de la tragedia que viven actualmente las mujeres iraquíes en sus hogares. Situación que ha empeorado por el confinamiento causado por la Covid-19. Si bien muchas mujeres denuncian públicamente su situación protegidas por el anonimato de las redes sociales. Aún hay muchas otras no se atreven.

 

¿Cómo es ser mujer en Irak? Nada fácil. Aunque en los últimos meses se ha demostrado que la mujer puede ser un punto clave para el cambio social. Su presencia y su papel cada vez más activo en las protestas supone si más no un avance.  Además, de un medio para que miles de mujeres denuncien las atrocidades que llegan a vivir.

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Fuente: Norwegian Refugee Council (NCR), UN WOMEN, LSE Middle East Centre Blog, La Marea, Madre Organization y El País.