Para la mayoría de nosotros 2020 ha sido un año que deberíamos olvidar. El coronavirus ha sido protagonista de nuestras vidas durante todos estos meses y ha cambiado por completo la manera como nos relacionamos entre nosotros. Lo que no acaba de cambiar es nuestra relación con el medioambiente. Nuestra huella de carbono sigue siendo elevada y debemos esforzarnos para intentar disminuirla. Hagamos de 2021 un año que se recuerde por ser el más sostenible hasta la fecha. No será fácil, pero entre todos podemos conseguirlo. Aquí os dejamos algunos retos medioambientales a los que deberíamos enfrentarnos para conseguir un verdadero año sostenible.

1. La contaminación del entorno y el cambio climático

Según la ONU, las emisiones de CO₂ han aumentado en casi un 50 % desde 1990. ¡En tan solo 30 años! Esto contribuye al calentamiento global debido al efecto invernadero y, en consecuencia, al cambio climático. Supone una amenaza a la supervivencia de millones de personas, animales y plantas, ya que provoca episodios meteorológicos extremos, y cada vez más frecuentes, de sequías, inundaciones e incendios. Por ello, el primero de nuestros retos medioambientales pasa por tomar medidas para evitar que los gases de efecto invernadero se sigan acumulando y mitigar sus efectos.

Hay muchas maneras de reducir la contaminación atmosférica: evitar coger el coche siempre que se pueda o cambiarlo por uno híbrido o eléctrico; utilizar el transporte público en las ciudades o desplazarse en bicicleta; si las distancias son cortas, podemos caminar, que además, hacemos ejercicio; intentar no desperdiciar alimentos y consumir todo lo que compremos; y también utilizar la calefacción y el aire acondicionado con responsabilidad, manteniendo la temperatura de nuestro hogar entre los 20-22 ºC. Debemos tener en cuenta que, incluso si conseguimos que el aumento de la temperatura terrestre no supere los 2 ºC, como requieren los Acuerdos de París, los efectos climáticos catastróficos pueden mantenerse constantes durante décadas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 90 % de la humanidad respira aire contaminado. Por ello, reclama que se disminuya la polución, para que se reduzca el índice de enfermedades respiratorias. De esta manera, se pueden evitar millones de muertes prematuras. El agua contaminada también provoca importantes problemas de salud. Según Oxfam Intermón, más de 5 millones de muertes anuales.

2. La protección de los océanos

Nuestros mares se han convertido en las últimas décadas en grandes vertederos de plástico. Se han documentado graves problemas medioambientales relacionados con los océanos por el deterioro de los ecosistemas. El calentamiento global es un factor, pero también los vertidos contaminantes, las aguas residuales y el derrame de combustibles. La ONU insta a eliminar esos vertidos, minimizar el uso de productos químicos y depurar más cantidad de aguas residuales. Además, también aboga por disminuir la sobrepesca y reducir la acidificación de los mares, provocada por el aumento de la temperatura terrestre. El segundo de nuestros retos medioambientales pasa por cuidar de nuestros océanos. Nosotros podemos reemplazar los limpiadores y detergentes clásicos o las pinturas del hogar por otros más sostenibles. Está en nuestras manos ser responsables y no tirar plásticos o cualquier otro deshecho al mar, ni siquiera al suelo, porque muchos de esos acaban en el mar.

Asimismo, el Foro Económico Mundial se ha posicionado por una reducción del uso de plásticos, para que no lleguen al mar. Este no solo es un problema medioambiental, también sanitario. Esos plásticos son ingeridos por los peces y muchos de esos peces acaban en nuestro plato, es decir, entran en nuestra cadena alimenticia. El petróleo también está contaminando nuestros mares. Sin embargo, la vida sin combustibles fósiles puede suponer un gran reto para la humanidad en los próximos años. Por desgracia, ya se han cobrado una factura imborrable en nuestro planeta: mares y océanos que tardarán muchos años en recuperarse, quizás, nunca tal y como los conocíamos.

3. Transición energética y energías renovables

La energía supone un 60 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Aun así, la ONU calcula que el 13% de la humanidad carece de electricidad, mientras que 3.000 millones de personas dependen de los combustibles fósiles para cocinar. No solo es contaminante, sino que también es ineficaz. Por esto, otro de los retos medioambientales al que deberíamos enfrentarnos es acelerar la transición energética hacia un modelo más limpio y eficiente basado en el uso de energías renovables.

4. Poner en marcha un economía circular

La basura nos invade y la economía circular puede ser la solución. Se trata de reparar para reutilizar. El mejor proyecto de futuro. El último de nuestros retos medioambientales. Se empieza por el reciclado, remanufacturación, redistribución y reúso, en una cadena sin fin. La concienciación social es la base. Está en manos de todos nosotros crear una economía circular, sostenible y eficiente. Empecemos por el uso responsable de nuestros aparatos eléctricos o nuestra ropa, y reciclemos siempre que podamos. Hagamos un llamamiento para que la obsolescencia programada se acabe, y moldeemos el camino hacia un mundo mejor.

Nuestros retos medioambientales

Todos los retos medioambientales expuestos en este texto son fáciles de llevar a cabo si pensamos un poco en nuestras propias acciones y el impacto que tienen en el planeta. En realidad, se trata de que cada uno de nosotros aporte su granito de arena. Como dice el refrán: la unión hace la fuerza. Entre todos podemos conseguirlo. La Tierra es nuestro hogar, es donde han vivido nuestros padres y donde vivirán nuestros hijos. Dejémosles a ellos un lugar sano, limpio y del que puedan disfrutar.

Si queréis más información al respecto y cómo vivir más sosteniblemente, seguid este enlace de las Naciones Unidas.

Si, además, queréis descubrir qué países son los más sostenibles del mundo, seguid este enlace del blog de Nomadizers.