En Japón, donde más del 28% de la población tiene más de 65 años, se ha documentado un fenómeno preocupante: los ancianos en delincuencia por necesidad en Japón actúan movidos por la urgencia de sobrevivir. No buscan enriquecerse, sino asegurar lo básico: techo, comida y salud. La prisión, en estos casos, representa un lugar más seguro que sus propios hogares.
Un reciente artículo de ABC muestra cómo estos actos, como el hurto de productos de bajo valor, son recurrentes entre personas mayores que han perdido sus redes sociales y su capacidad económica.
Prisión como refugio para adultos mayores sin recursos
Las cárceles japonesas, como la de Fuchū, se han transformado en entornos casi geriátricos. Sus instalaciones han sido adaptadas para albergar a reclusos de edad avanzada. Allí, estos mayores reciben medicamentos, tres comidas diarias y compañía, factores que no encuentran en su vida cotidiana.
Este patrón de conducta deja entrever una fuerte crítica social: cuando la cárcel es vista como un refugio, el sistema de cuidados ha fracasado.
Causas sociales detrás de la delincuencia en la vejez
Las pensiones mínimas, el alto costo de vida y la falta de asistencia social personalizada empujan a los ancianos a buscar soluciones extremas. La delincuencia por necesidad entre adultos mayores no responde a impulsos criminales, sino a una combinación de pobreza, aislamiento y abandono emocional.
Además, muchas personas mayores viven solas. En zonas urbanas, los vínculos familiares y vecinos se han erosionado, dejando a estos ciudadanos vulnerables y expuestos.
Casos reales: cuando delinquir es la única alternativa
Ejemplos como el de Akiyo, una mujer de 81 años arrestada por robar comida, reflejan esta realidad. “En prisión no estoy sola y alguien cuida de mí”, declaró tras su liberación. Como ella, muchos ancianos reinciden por elección: es su única opción de recibir atención digna.
¿Cómo evitar que los ancianos en delincuencia por necesidad en Japón sigan aumentando?
La única forma de revertir este fenómeno es a través de reformas estructurales. El Estado debe garantizar pensiones suficientes, viviendas accesibles para mayores, servicios médicos gratuitos y apoyo psicológico. Solo así se puede evitar que más ancianos en delincuencia por necesidad en Japón terminen en prisión por razones que poco tienen que ver con el crimen y mucho con la dignidad humana.
Enlaces de interés
Enlace interno (Blog Nomadizers):
Blog Nomadaizers: Todo lo que necesitas saber de Japón