Qué realidad tan dura nos ha tocado vivir a algunos jóvenes. Qué bien nos pintaban lo de emigrar para trabajar pero qué duro resulta a veces, ¿no crees? Viajamos por necesidad, Nomadizer, por las circunstancias de países que no tienen lugar para nosotros, que nos expulsan y que nos cambian de repente nuestra realidad: nuestros amigos, nuestra familia y nuestra vida, de repente, ya no es esa. Todo cambia. Estamos obligados, de alguna manera, a irnos para sobrevivir. Para crecer profesionalmente y para tener la vida que siempre hemos querido tener.
Es una realidad oscura pintada de colores. Viajamos por necesidad, la situación es esa. Pero como optimistas, como personas que resurgen de sus cenizas, ¿no crees que es mejor darle una vuelta a esta situación? ¿Por qué no lo aprovechamos? ¿Por qué no hacemos de esta experiencia, la más fructífera de nuestras vidas?
En esta situación, Nomadizer, viajemos. Descubramos nuevos lugares. Conozcamos a nuevas personas. Vayamos a fiestas, a bares, a restaurantes diferentes, más propios de lugareños que de turistas. Encontremos el punto para disfrutar al máximo de este viaje que nos ha tocado vivir.
Hagámoslo a conciencia… vivamos esa experiencia a tope. Consideremos que este puede ser el momento más importante de nuestras vidas, lo que marque un antes y un después. Cuando volvamos a casa, volveremos más fuertes, más seguros y valorando lo que realmente importa: las personas.
Esta situación Nomadizer, nosotros sobreviviendo en un lugar que no hubiéramos imaginado, está cambiando nuestras vidas. ¡Aprovechémosla! Al fin y al cabo, la vida es cambio. Y el cambio es progreso. Si nos obligan a emigrar, disfrutaremos en el camino. Ante todo, Carpe Diem.