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Si alguna vez te has preguntado por qué la guerra entre Ucrania y Rusia parece no tener fin, prepárate para un viaje en el tiempo. La tensión entre estos dos países no comenzó en 2022 ni en 2014, sino que tiene raíces profundas en la historia, desde la era soviética hasta la independencia de Ucrania en 1991. Así que ponte cómodo, porque vamos a desentrañar este complejo rompecabezas histórico.

Ucrania y Rusia: Hermanos con una historia turbulenta

Para entender el conflicto actual entre Ucrania y Rusia, hay que remontarse a la historia de ambas naciones. Ucrania y Rusia comparten vínculos históricos desde la época de la Rus de Kiev, un estado medieval que floreció entre los siglos IX y XIII. Kiev era el corazón de este reino, considerado el antecesor tanto de Ucrania como de Rusia. Sin embargo, con la llegada de los mongoles en el siglo XIII, la Rus de Kiev se fragmentó, y sus territorios fueron absorbidos con el tiempo por potencias como el Gran Ducado de Lituania y el Zarato Ruso.

 

Rus Kiev

 

 

El dominio ruso y la lucha por la identidad ucraniana

A lo largo de los siglos, Ucrania pasó por distintas manos: polacos, lituanos y finalmente rusos. En el siglo XVII, gran parte del territorio ucraniano quedó bajo el control del Imperio Ruso. Durante este periodo, la identidad ucraniana fue reprimida, con restricciones al idioma y a la cultura local. La situación se agravó en el siglo XIX, cuando el nacionalismo ucraniano empezó a despertar en respuesta al dominio ruso.

El siglo XX trajo consigo grandes cambios. Durante la Primera Guerra Mundial Ucrania fue escenario de enfrentamientos y luchas por la independencia. Con la Revolución Rusa de 1917, Ucrania declaró su independencia en 1918, pero esta fue efímera, ya que la Unión Soviética la incorporó en 1922. Desde entonces, Ucrania vivió décadas de represión política, cultural y económica bajo el control soviético.

 

Ucrania en conflicto con Rusia

 

 

La era soviética: una relación forzada

Después de la Revolución Rusa, Ucrania intentó independizarse, pero la flamante Unión Soviética no estaba dispuesta a perder este territorio estratégico. En 1922, Ucrania fue absorbida por la URSS, y lo que siguió fueron décadas de represión y tragedias, como el Holodomor (1932-1933), una hambruna provocada por las políticas de Stalin que causó la muerte de millones de ucranianos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Ucrania fue escenario de brutales combates entre la URSS y la Alemania nazi. Tras la victoria soviética, Ucrania volvió a ser una pieza clave de la URSS, pero la represión cultural continuó. Sin embargo, en 1954, el líder soviético Nikita Jrushchov transfirió Crimea de Rusia a Ucrania, un gesto que en su momento pareció menor, pero que con el tiempo se convertiría en una bomba de tiempo.

La guerra entre Ucrania y Rusia tiene raíces profundas en este pasado de dominación y resistencia. A lo largo del siglo XX, Ucrania sufrió constantes intentos de asimilación por parte de Rusia, lo que alimentó un fuerte sentimiento nacionalista que perdura hasta hoy.

La era soviética

 

 

1991: Ucrania dice «adiós» a la URSS

Con la caída de la Unión Soviética en 1991, Ucrania finalmente obtuvo su independencia. Pero aquí no terminó la historia. Aunque Ucrania se alejaba políticamente de Moscú, los lazos económicos y culturales con Rusia seguían siendo fuertes. Además, Ucrania heredó una gran cantidad de armas nucleares soviéticas, que eventualmente entregó a Rusia a cambio de garantías de seguridad en 1994 (el famoso Memorándum de Budapest).

 

Independencia Ucrania

 

 

Conflictos latentes y la crisis de Crimea

A medida que Ucrania intentaba encontrar su lugar en el mundo, las tensiones con Rusia crecieron. Mientras algunos ucranianos buscaban acercarse a Europa y la OTAN, otros mantenían fuertes lazos con Rusia. En 2014, tras la Revolución del Euromaidán y la destitución del presidente prorruso Víktor Yanukóvich, Rusia respondió anexando Crimea, lo que provocó sanciones internacionales y una guerra en el este de Ucrania entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos respaldados por Moscú.

La anexión de Crimea fue un punto de inflexión. Aunque Rusia justificó su acción con un referéndum, la comunidad internacional no reconoció la legalidad del proceso. Desde entonces, el conflicto en el Dombás ha seguido activo, con miles de víctimas y desplazados.

 

Manifestación en Ucrania

 

 

Guerra de Ucrania y Rusia: Un conflicto que sigue evolucionando

La guerra entre Ucrania y Rusia es un entramado de historia, geopolítica e identidad nacional. Lo que comenzó como una lucha por la independencia en el siglo XX se ha convertido en una crisis con repercusiones globales en el siglo XXI. Las heridas del pasado aún están abiertas y el futuro de la región sigue siendo incierto.

Pero si algo ha demostrado la historia de Ucrania es que es un país con una identidad propia y una gran capacidad de resistencia. Su relación con Rusia no es solo una disputa política, sino una historia de siglos marcada por tensiones, luchas y cambios constantes.

Hoy en día, el conflicto sigue evolucionando. Con intervenciones internacionales, sanciones económicas y enfrentamientos en curso, la situación sigue siendo incierta. Sin embargo, lo que sí es claro es que la identidad ucraniana ha cobrado más fuerza que nunca, y la lucha por su soberanía se ha convertido en una cuestión de supervivencia.

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