Viajar siempre tiene algo especial, pero hacerlo en Navidad tiene una magia única. Aquí os compartimos la historia de un viaje a Berlín en Navidad que empezó como una idea para vivir algo diferente y terminó siendo una experiencia inolvidable. Todo gracias a Nomadizers, donde surgió una conexión inesperada entre dos viajeras: Nuria y su travelmatch Ivonne.
Desde el primer paseo por las calles de Berlín, ambas supieron que esta no sería su última aventura juntas. Compartían esa chispa de curiosidad por explorar nuevos destinos, probar comidas diferentes y perderse en los rincones más auténticos de la ciudad.
ARTE EN CADA RINCÓN DE BERLÍN EN NAVIDAD
La primera parada que les robó el corazón fue el East Side Gallery. Recorrer este tramo del Muro de Berlín, transformado en una galería de arte al aire libre, fue como hojear un álbum cargado de emociones que van desde la esperanza hasta la rebeldía. Sin importar el mensaje detrás de cada pintura, todas reflejaban el espíritu libre de una ciudad que no tiene miedo de expresarse. Cada mural, una pieza única, invitaba a reflexionar sobre la historia y el presente de Berlín.
Lo que más les sorprendió durante su viaje a Berlín en Navidad fue cómo la ciudad celebra el arte en todas sus formas. Después de superar una historia tan compleja, Berlín ha recuperado su libertad creativa y ahora la muestra con orgullo en cada rincón. Mientras paseaban por sus barrios, no podían dejar de maravillarse con la cantidad de galerías, grafitis vibrantes y museos que invitaban a perderse en sus espacios.
EL LADO FOODIE DE BERLÍN EN NAVIDAD
MERCADO DE MAUERPARK EN NAVIDAD
Una parada que no podían olvidarse de hacer fue el famoso Mauerpark. Este lugar tiene un encanto único, con su mezcla de mercadillo vintage, música en vivo y un ambiente relajado que invita a todos a ser ellos mismos. Los domingos, el parque se transforma en un festival improvisado, lleno de energía y vida. Los puestos del mercadillo ofrecen de todo: desde ropa de segunda mano y vinilos hasta joyería artesanal.
Sin embargo, lo más especial de Mauerpark no está en los objetos que se venden, sino en su ambiente vibrante y acogedor. Mientras paseaban por el parque, se toparon con un karaoke al aire libre donde se cantaban canciones navideñas. Cualquiera podía subirse al escenario, y las risas y los aplausos llenaban el aire. Aunque ninguna de ellas se animó a cantar, disfrutaron al ver cómo los desconocidos se convertían en estrellas por unos minutos.
Por supuesto, la comida no podía faltar. Los puestos de comida en Mauerpark ofrecían una variedad que satisface todos los gustos: desde bratwurst y crepes hasta opciones de comida asiática y postres veganos. Todo acompañado de una cerveza bien fría.
Este viaje a Berlín en Navidad fue solo el primero de muchos para Nuria y su travelmatch Ivonne. Ambas sabían que este era solo el comienzo de una serie de nuevas experiencias juntas. La magia de Berlín no solo les unió, sino que les inspiró a seguir explorando el mundo y creando recuerdos. «Quién sabe dónde nos llevará la próxima Navidad, ¡o una escapada próximamente!«, nos confesaban emocionadas Nuria e Ivonne.