¿Hay racismo hacia asiáticos y musulmanes en Australia? Conocida por ser un país multicultural, diverso y abierto, alberga una gran población inmigrante y una historia reciente de integración. Muchos pensarían que el racismo es cosa del pasado. Pero la realidad es más compleja. Hoy en día, muchos miembros de la comunidad asiática y musulmana en Australia siguen enfrentando discriminación racial, prejuicios, y en algunos casos, incluso crímenes de odio. Eventos internacionales, como el conflicto en Gaza, han provocado un aumento en los discursos de odio en redes sociales. El contenido racista e islamofóbico ha aumentado en plataformas como Facebook y X (antes Twitter), amplificando la desinformación y el odio hacia minorías.
Australia: una sociedad multicultural con tensiones ocultas
Más del 30% de los australianos han nacido en el extranjero, y el 21% habla un idioma distinto del inglés en casa. Estas cifras muestran un país profundamente multicultural. Sin embargo, según el estudio Mapping Social Cohesion 2023, alrededor del 18% de los australianos afirmó haber sido discriminado por su raza o religión. Esa cifra asciende al 28% entre personas nacidas en el extranjero y al 39% entre quienes no hablan inglés como primer idioma.
Aunque muchas personas no experimentan racismo de forma directa, las cifras muestran que hay una desigualdad real. El racismo estructural en Australia se manifiesta en el acceso al empleo, la vivienda y los servicios, lo que afecta especialmente a las minorías étnicas.
Racismo hacia asiáticos y musulmanes en Australia: ¿sigue siendo un problema?
Personas de origen chino, indio, vietnamita y de otros países asiáticos forman una parte importante de la población australiana. Aun así, el racismo sigue siendo una experiencia común. El 41% de los australianos de origen chino y 50% de los de origen indio dijeron haber sufrido discriminación reciente.
Durante la pandemia, el racismo contra personas de apariencia asiática aumentó de forma alarmante. En 2020, el 31% de los chinos-australianos reportaron insultos racistas relacionados con el COVID. Aunque esa cifra bajó al 21% en 2022, sigue siendo significativa. Además de los ataques abiertos, muchos reportan microagresiones como bromas, exclusiones en el trabajo o suposiciones basadas en estereotipos raciales. Estos actos, aunque sutiles, refuerzan la discriminación racial en Australia.
Musulmanes en Australia: entre la diversidad y la islamofobia
Los musulmanes en Australia representan cerca del 3% de la población. Aunque muchos viven integrados y participan activamente en la sociedad, también enfrentan niveles elevados de islamofobia. En una encuesta de 2024, el 34% de los australianos admitió tener una opinión negativa sobre los musulmanes. Esa cifra había subido desde el 27% en 2023, y aunque es menor al 40% registrado en 2019, sigue mostrando una preocupante resistencia hacia esta comunidad.
Estudios recientes muestran que 1 de cada 3 personas nacidas en Oriente Medio en Australia ha vivido discriminación por su origen étnico o religión, y hasta 1 de cada 7 ha sido amenazada o agredida físicamente. Las mujeres musulmanas con hiyab suelen ser las más expuestas a este tipo de ataques.
¿Qué está haciendo Australia para combatir el racismo hacia asiáticos y musulmanes?
Afortunadamente, no todo son malas noticias. El gobierno australiano ha puesto en marcha varias iniciativas:
- Estrategia Nacional Antirracismo, lanzada en 2024, con 63 recomendaciones para erradicar la discriminación estructural y cotidiana.
- Campañas como «Racism. It Stops With Me«, que buscan educar a la población y promover la denuncia de incidentes.
- Creación de una figura oficial contra la islamofobia, encargada de monitorear y coordinar respuestas a los ataques contra musulmanes.
- Acciones legales más firmes contra los crímenes de odio y el discurso de odio en línea.
Además, comunidades locales, ONG y ciudadanos están trabajando activamente para apoyar a las víctimas y fomentar la inclusión. Campañas en redes sociales como #StopRacism y #UnityInDiversity ayudan a visibilizar la lucha contra la discriminación racial en Australia.
En resumen, el racismo hacia asiáticos y musulmanes en Australia sigue siendo un problema real, pero también hay motivos para el optimismo. Con más conciencia, acciones concretas y solidaridad, se puede construir un futuro más justo para todos.
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